¡BIENVENIDOS!

El Sol vuelve a arder. Nos saluda el mundo y un millón de sueños se depiertan al mismo tiempo y salen a a calle a luchar por su orgullo sin más armas que el amor hacia un deseo.
De tí depende que vuelen, que concedas la libertad a la resignación que cautivaste durante tanto tiempo, de darle alas a todos ellos para que despeguen en busca de su ramita de olivo, porque, ¿quien pone cadenas al viento una vez que degarren el aire con fuerza y le arranque un silbido a la mañana?
El truco consiste en mirar dentro de tí. Sin miedo a lo que vayas a encontrar. Y sacarlo a que se alce bien alto y grite de alegría contigo, porque nadie puede quebrar tus sueños, ni tan siquiera arañarlos.
Despereza tus alas y carga en tu mochila la verdad, tus silencios y algún que otro suspiro. Y cuando te eches a la calle da un empujoncito al mundo para aliviarlo de su carga, no luches contra el viento sino déjate llevar por él.
Busca en una brújula el rumbo a la felicidad y siguelo fielmente, sin desanimarte, con fuerza, y en lugar de quejarte por la batalla que vas a librar siéntete orgulloso por poder luchar cada día.
Si tu mundo se está parando dale cuerda. Si te caes te levantas. Si la pena te ahoga, la escupes. Si la vida no te sonríe le haces cosquillas. Si el mañana te asusta crea uno mejor para tí y para los que te aman. Si te roban los deseos inventa empeños nuevos.
No te sientes pensando que no hay más allá porque llegaste a la orilla del mundo. Es redondo ¿Lo olvidaste?
Si te paras que sea solo para tomar aire, volver a tu camino y gritar con fuerza:

"¡I LOVE YOU MUNDO!"